...nadie te mira, ni tú te miras, ya no eres lo que eras, empiezas a odiar lo que eras, porque es mejor de que eres ahora. Los recuerdos agradables de tiempos mejores se convierten en tormentos, y entonces optas por olvidarlos, o por recordarlos a lo lejos, como si no fuese tu vida, como si fuese la vida de otro, una ramificación de ti, un yo lejano, que en nada se parece a ti. Y si en algún momento, te reencarnas en lo que eras, y eso te toma, y el recuerdo te abraza, primero descubres que ya no recuerdas la letra porque la has olvidado, la has borrado de ti, pero entonces, tu yo emerge rescata en tu recuerdo los datos que has apagado, y cantas, y no aguantas 3 frases y lloras, algo se rompe en ti, tu cascarón, estás vulnerable y es dolorosísimo, recordar, que ya fuiste más feliz, que ya fuiste mejor, que has sido dejado primero por ti mismo, y luego por todo lo demás.
Pero un día descubres que existió, existe...
Continuará
lunes, 14 de diciembre de 2009
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